Fichte y Schelling: desarrollos y rupturas
Revista de Estudios sobre Fichte, número 3
(Revista de Estudios sobre Fichte)
eISSN 2258-014X
Dirección junto a Edgar Maraguat
Publicado: 2011Resumen
Dicen que la ruptura entre Fichte y Schelling se consumó en torno a 1800, cuando el segundo le hizo llegar al primero su System des transzendentalen Idealismus. Schelling había igualado en él la dignidad de su Filosofía de la Naturaleza a la de la Filosofía Trascendental: ambas debían estar juntas en el Sistema, completándose, pero no subordinándose la una a la otra. La historia es de sobra conocida: Fichte tardó en responder al que fuera su heraldo entusiasta y sólo lo hizo ante una segunda carta: "Sobre su oposición Filosofía Trascendental y Filosofía de la Naturaleza no estoy aún de acuerdo con usted" (KFA, 2,1, 276)1. El tono de la correspondencia entre ambos pensadores fue haciéndose cada vez más tirante hasta que ésta quedó interrumpida definitivamente con la misiva que Schelling envió a Fichte el 25 de enero de 1802. En ella no sólo le reprochaba no leer atentamente ... sus escritos, sino que también respondía amargamente a su afirmación de que él "no entiende la Wissenschaftslehre mejor de lo que la entiende Friedrich Nicolai" (KFA, 2,1, 405). Como bien ha afirmado Christoph Asmuth "el enfrentamiento entre Schelling y Fichte tiene todo lo necesario para constituir el argumento de un folletín: un comienzo tormentoso, grandes planes, tempranos malentendidos, un poco de intriga, diferencias irreconciliables y un amargo final con el más profundo de los silencios"2. Quizá sea este carácter dramático el que explique que, hasta hace relativamente poco, la controversia entre ambos pensadores haya sobre todo producido el ruido de un conflicto entre partidarios: desde el punto de vista "fichteano" Schelling no dejó de ser un discípulo incómodo de Fichte, incapaz de comprender su sistema y responsable de difundir una comprensión deformada de la Doctrina de la Ciencia. Desde el punto de vista "schellingiano" no sólo Fichte constituye un momento a superar (piénsese en la tesis propalada por Hegel en sus Lecciones sobre la historia de la filosofía, según la cual Fichte y Schelling constituyen los momentos de una evolución que culminaría con el "idealismo absoluto"3), sino también el pasado que se obstina en ser presente y en perseverar erróneamente en un sistema que se ha mostrado ineficiente y anticuado, rígido y muerto. Sin embargo, lo cierto es que, más allá de estas polémicas, la admiración mutua entre estos pensadores fue reconocida en vida por ambos, y no sólo en privado. A la vuelta de los años, Schelling escribió en sus lecciones sobre Historia de la Filosofía Moderna: "Fichte fue para mí, como para todos, maestro y predecesor, en la medida en que fue el primero que habló de una filosofía fundamentada en la libertad y el que fundó sobre la autonomía del Yo no sólo [...] la filosofía práctica, sino también la teórica y, por tanto, la filosofía" (Sämtliche Werke, I/10, 166).
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